sábado, 3 de noviembre de 2012

Soluciones

a)      Suprimir los experimentos con animales.
b)      Realizar los experimentos con otros métodos alternativos:
·         Estudios epidemiológicos, que analizan el curso natural de una enfermedad en poblaciones humanas, y que ha permitido relacionar el exceso de colesterol con las enfermedades cardiovasculares, o el consumo de tabaco con el cáncer de pulmón.
·         Técnicas in vitro de cultivos de tejidos animales y vegetales, restos de placenta, huevos, etc., que han sido probadas ya con éxito en la búsqueda de drogas antisida, estudios de Parkinson en neurotransmisores, enfermedades cardiacas, estudios toxicológicos, etc. se pueden emplear cultivos celulares y órganos y tejidos reconstituidos, procedentes de donantes fallecidos. Explantes, reagregados celulares, micromasas, cocultivos.
·         Cultivos celulares, como los efectos del tabaco en células bronquiales, cultivo de órganos, reproduciendo al máximo sus condiciones naturales, modelos computacionales, utilizando aplicaciones informáticas, modelos teóricos de precisión, TAC, resonancias magnéticas, etc.
d) Refinamiento: incluye la mayoría de aquellos procedimientos que afectan a la vida del animal de experimentación y permiten aliviar o reducir el posible dolor o malestar. Por ley el investigador debe intentar ofrecer el mayor bienestar al animal, pero en la mayoría de casos ni tan sólo existe ni el más mínimo cuidado. En varios experimentos los animales han muerto porque sus “cuidadores” han olvidado suministrarles agua y alimentos.
e) Utilización de técnicas alternativas que puedan aportar el mismo nivel de información que el obtenido en procedimientos con animales, e incluso mejores resultados, y que no impliquen en absoluto la utilización de estos.
f) Evitar la repetición de experimentos. Con estrategias integradas, que posibiliten la disponibilidad de la información y el intercambio de la misma, se podrían conseguir resultados más rápidos, más fiables y contrastados sin perjudicar a los animales. 
g) Se puede emplear el uso de microorganismos sin sistema nervioso central como bacterias, hongos, protozoos, algas y plantas.
h) Estudios en personas voluntarias ya se realizan y no suponen ningún riesgo para la salud, ya que se hacen bajo un estricto control. Todo fármaco, antes de lanzarse al mercado debe ser probado en personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario